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jueves, 10 de octubre de 2013

Un dios indignado


Prólogo:


Hace tiempo que me ronda por la cabeza la idea de que Jesucristo fue el primer indignado.

Este texto está escrito desde el sentido del humor. Supongo que heriré algunas sensibilidades, pero  lo que pretendo es poner de manifiesto que Jesucristo (mesías para millones de personas, figura histórica para casi todos) no estaría de acuerdo con muchas de las cosas que se predican en su nombre. Cada uno es libre de creer lo que quiera y dueño de su fe. Respeto mucho a los creyentes, me dan mucho asco los hipócritas.

Al documentarme para escribir este artículo, descubro con sorpresa que el teólogo Juan José Tamayo ya escribió en Abril de 2012 un artículo sobre este tema en "El País". Parece que, incluso antes, el también teólogo José Antonio Pagola Elorza ya había planteado esta tesis en una entrevista que le realizó el diario "hoy.es" en Octubre de 2011. A partir de aquí, es fácil encontrar en internet decenas de artículos sobre el tema, pero yo quiero aportar mi propia versión, que es muy diferente.





Artículo:

¿Eres cristiano o católico?

Si no sabes qué responder, pero marcas sin dudar la casilla de la Iglesia en la declaración de la Renta, quizás deberías plantearte buscar un poquito de información. 

En España hay mucha gente que confunde los términos "cristiano" y "católico", que es más o menos como confundir los términos "europeo" y "español". Existen muchos seguidores de Cristo que no son católicos y, por tanto, no siguen a la Iglesia Católica (o lo que es lo mismo, al Vaticano). Por citar unos ejemplos, ahí están los cristianos protestantes de Alemania o los cristianos ortodoxos de Rusia, sin olvidar a corrientes que fueron exterminadas como los arrianos o los cátaros. Un tema apasionante.

Perdón por la clase de historia, no volverá a ocurrir. Sé que acabo de perder la atención de mis lectores más perezosos, pero el que escribe, como buen ateo educado en colegios religiosos, siente fascinación por ese extraño fenómeno borreguero que se da en España cada Semana Santa, cuando legiones de zombies sacan en procesión un trozo de madera con forma de virgen o de cruz, para luego hincharse a beber y follar por la noche. Se visten de ku klux klan, lloran fervorosamente e incluso algunos se autolesionan con flagelos... para no volver a acordarse de Dios en los otros once meses y medio del año. ¿Es eso ser cristiano? ¿Es eso ser católico? Me suena algo de unos fariseos... y algo sobre no adorar a falsos ídolos.

Si Jesucristo resucitara estas navidades, seguramente se vendría a la Puerta del Sol a protestar.

Un Jesús del siglo XXI diría: "Joder, ¡cómo está el patio! ¿Una Iglesia con su propio Banco y su propio Gobierno?" Y luego se enfadaría por las manipulaciones interesadas que se han hecho de sus palabras en temas como el aborto, el matrimonio homosexual o los anticonceptivos, por centrarnos en nuestro siglo y dejar a un lado otras grandes cagadas históricas de la Iglesia como fueron las Cruzadas o la Inquisición. Pero os he prometido no hablar más de historia.

Alucinaría en colores con los vídeos fascistas (y lo digo así de claro) que colgaron con la excusa de la JMJ, diciendo auténticas barbaridades para justificar doctrinas y dogmas inhumanos que van en contra del ser humano y el mensaje de amor que predicaba aquel primer indignado de hace dos mil años. Da miedo que se defiendan estas cosas en nombre de Dios.

Prohibición de anticonceptivos:
 
   


Homosexuales, vale; pero que no follen:

 


Barbaridad estrella: aborto en caso de violación.





 
El asunto se resume así: 

La Iglesia Católica se ha inventado tantas cosas en los últimos diecisiete siglos para justificar guerras, políticas y privilegios, que ya tiene poco que ver con aquella idea del "amaos los unos a los otros". Tiene su propio Banco Vaticano, que está envuelto en escándalos de corrupción, y un gobierno tan podrido que Benedicto XVI (equis uve palito) tuvo que dimitir. La Iglesia Católica ha perdido credibilidad. Hay crisis de vocaciones, la gente ya no se mete a cura y sus graneros de fieles se encuentran concentrados en los países con mayor analfabetismo, no por casualidad. La religión se ha convertido en política.

Y ante tales supervillanos, estaba claro que la Iglesia necesitaba un nuevo superhéroe.


El papa Jorge Bergoglio, alias "Super Francisco", está hasta en la sopa últimamente. Hace una semana, ante la tragedia de Lampedusa en la que han muerto al menos trescientas personas, el Papa Francisco manifestó públicamente que lo ocurrido es una vergüenza. Tirón de orejas para los políticos, para Europa y para Occidente. Chapeau, me quito el sombrero. Pero hay que seguir.


Ahora parece que va a someter al Banco Vaticano a una ley de control y transparencia. En el Evangelio de Lucas, se atribuye a Jesús de Nazaret, al que respeto mucho como personaje histórico y revolucionario,  el siguiente pasaje:



"Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: 
Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios." Lucas 6, 20.



Ojalá esto sea el principio de una reforma integral de esa multinacional que es la Iglesia Católica y no sólo un espejismo. Pero pase lo que pase en Roma, hoy se ha aprobado en España una Ley de Educación que convierte la religión en materia obligatoria en las escuelas españolas... Mal. Muy mal. 


Super Francisco, por favor, pásese por aquí a decirle a Gallardón que no toque la Ley del Aborto y a Wert que la religión se aprende en los templos, no en los colegios. 


Pd (Enero 2014): ¡Parece que un graffitero ha pintado al Papa Francisco como Superman en un muro de Roma! Este artículo fue visionario.




 


2 comentarios:

Unknown dijo...

Estupenda reflexión. Escribe más cosas y en más sitios para que llegue a más gente que pensamos así.

Anónimo dijo...

Hemos difundido alguna noticia tuya sobre la Parroquia Santa Catalina Labouré. Nos parece muy interesante tu blog. Puedes seguirnos en Twitter: @BastaYa_ES http://www.twitter.com/BastaYa_ES

Saludos cordiales.